Foilsithe: 15.10.2018
El día ha comenzado realmente mal. No había frijoles horneados para un desayuno inglés. Para aquellos que no conocen el desayuno inglés: tostadas con tocino y huevo, además de frijoles en salsa de tomate (baked beans), salchichas, tomate a la parrilla y champiñones.
Denis, el taxista de ayer, nos recogió puntualmente, ya que hoy nos dirigimos a Adelaida, nuestra próxima estación.
Y además del viaje en taxi, también hubo algunas lecciones sobre la vida para reflexionar. Denis quería hablar un poco más despacio para que pudiéramos seguirle, pero solo logró hacerlo durante unos 2 minutos.
Una vez que llegamos al aeropuerto, tuvimos que leer en la pantalla que nuestro vuelo programado había sido cancelado.
Y como siempre suele ser, no había un contacto disponible a la vista.
Después de 2 horas, recibimos la información de que habíamos sido reubicados en el vuelo de Quantas hacia Adelaida. Ahora vino el siguiente problema. Todos los vuelos en Australia permiten solo 23 kg. Como en nuestra aerolínea original, Virgin, podíamos llevar 30 kg, tuvimos que pagar por exceso de equipaje. Ahora empieza la carrera para conseguir el dinero.
Con 3 horas de retraso, finalmente despegamos.
Adelaida, una ciudad mediana con un clima agradable. Estamos alojados en Glenelg, un bonito barrio con playa. Lástima que estemos aquí solo hoy.
Mańana ya nos seguimos.