Foilsithe: 15.06.2019
Cuando llegamos a Cebu en Filipinas, mi creciente cansancio por viajar, que había comenzado a instalarse desde Singapur, se desvaneció por completo. ¡A partir de ahora, todo se volvió emocionante de nuevo! Viajamos por la zona en bus, scooter, motocicleta o 'tricycle', explorando un área que para mí, que jamás había estado en el sudeste asiático, era completamente nueva; ¡volví a estar lleno de energía y ganas de acción! Inicialmente, partimos de Cebu hacia Tan-Awan, donde abundan los tiburones ballena. Estas enormes criaturas pueden alcanzar hasta 9 metros de largo y son completamente herbívoras, lo que permite nadar con ellas. Para esto, nos levantamos a las 4:30 de la mañana para saltar al mar junto a los tiburones ballena a las 6 en punto. Realmente me cuesta describir cómo se sintió cuando el pez de 8 a 9 metros de largo se acercó a mí con su enorme boca abierta e incluso me rozó con su cola mientras pasaba nadando... ¡“Increíble” sería la palabra que mejor lo describe!
Después de tener que salir del agua para darle espacio al siguiente grupo de turistas, aún eran las 7 de la mañana y como estábamos totalmente emocionados, nos dirigimos de inmediato hacia la siguiente aventura llena de adrenalina: dimos la vuelta a media isla para hacer rápel en el río Matutinao. No hay nada mejor en este calor: durante dos horas escalamos en un fresco cañón, saltamos por las cascadas al agua y nos deslizamos por las piedras. Después de toda la diversión, aún era tan temprano que exploramos otra cascada, la cascada Inambaka, por nuestra cuenta. Esta cascada, que cae en cuatro niveles, se desliza por la montaña y en cada nivel hay una piscina fría de un hermoso color turquesa, donde pudimos darnos un baño. ¡Así, hasta yo puedo soportar bien el calor aquí!