Foilsithe: 05.04.2023
Por cierto, despegamos de Puerto Montt bajo un radiante sol. El sol había decidido despedirnos al menos por un momento. El vuelo duró casi dos horas. Cuanto más al sur volábamos en Chile, más impresionante se volvía el paisaje. Sobrevolamos enormes glaciares, una costa escarpada y montañas cubiertas de nieve. Luego aterrizamos en la tierra plana, rodeados de montañas con picos blancos, en Puerto Natales. Con un clima excelente, paseamos un poco por el lugar y nos deleitamos con una cena muy exquisita. Cangrejos de nieve, sopa de tomate picante, tres variedades de vieira, pescado fresco en salsa de limón, tiramisú y parfait de chocolate. Simplemente fue maravilloso. Después de un impresionante atardecer, era hora de descansar, ya que la alarma para el día siguiente sonaba a las 5:30 a.m.