Foilsithe: 13.03.2018
En nuestro camino de Dunedin a Omaru, primero condujimos por el lado opuesto de la península, hasta Aramoana, donde hay un muelle que se adentra en el mar y se pueden observar leones marinos a lo largo de la hermosa bahía. Luego pasamos por las Cuevas Naturales. Hay que caminar un poco por la playa para alcanzarlas y solo se pueden recorrer durante la bajamar. Creo que llegamos en el momento justo, ya que en nuestro camino a través de las cuevas no había tanta agua, pero en el regreso había bastante más y tuvimos que esperar el momento adecuado de las olas para poder continuar. Me fascinó mucho lo que la naturaleza puede crear y lo rápido que termina la bajamar y llega la pleamar. Me parece muy fascinante aquí. Luego hicimos una parada en el Mirador Puketeraki y tomamos un par de fotos. Era un hermoso lugar para detenerse. El siguiente destino fue Shag Point. Allí se podían ver enormes bloques de piedra caliza donde más de 50 focas estaban tomando el sol. ¡Uno de los mejores lugares en Nueva Zelanda que hemos visto hasta ahora fue Katiki Point! Allí hay un faro y además un sendero que va a lo largo del mar. Y, por casualidad, este sendero pasa cerca de algunos nidos naturales de pingüinos de ojos amarillos. Queríamos ver algunos, ya que no se pueden encontrar en muchos lugares y además son muy tímidos. Cuando subimos una pequeña colina, ya pudimos ver a dos a lo lejos. Cuanto más nos acercábamos, más pudimos darnos cuenta de cuán lejos habían llegado los pingüinos a tierra y lo cerca que podíamos estar de ellos. Había quizás unos 10-15 metros entre los dos pingüinos y nosotros y parecían no sentirse en absoluto molestos por nuestra presencia. Simplemente estaban allí disfrutando del atardecer :D Después de unos 5 minutos seguimos caminando y en el camino pudimos ver más leones marinos y albatros.
Fue tan hermoso ver todo al mismo tiempo. Todos los animales los pudimos ver a una distancia de 10-20 metros en su hábitat natural. Fue increíble J La próxima parada fueron las Rocas Moeraki, son piedras redondas que emergen del agua y donde se pueden tomar hermosas fotos. Fue muy divertido e interesante ver algo así. Sobre todo, porque es un “rompecabezas sin resolver” cómo se formaron estas piedras y cómo llegaron allí. Después, fuimos directamente hacia Omaru.