Foilsithe: 04.03.2017
¡Lo logré! Después de más de 30 horas, finalmente llegué a Rishikesh. Lamentablemente, en la oscuridad solo pude vislumbrar la belleza de la ciudad. Al llegar al albergue, subí a la azotea y charlé con otros huéspedes junto a la fogata. La ciudad parecía ser mucho más tranquila y relajada. A lo lejos, se escuchaba el murmullo del Ganges y el suave crepitar de la fogata. Los huéspedes eran muy esotéricos y creían, lo cual no solo se reflejaba en su vestimenta. Muchos de ellos buscaban su paz en uno de los numerosos ashrams, mientras que otros buscaban su paz interior a través del yoga. Incluso los Beatles buscaron su iluminación espiritual en los años 60 en Rishikesh. Hoy en día, la capital del yoga es visitada cada año por miles de turistas de todo el mundo.