Publicat: 02.10.2019
Al llegar a la famosa capital, se cumplieron de inmediato algunos estereotipos: autos antiguos bien cuidados frente a coloridas casas coloniales, junto con mucha música salsa, tiendas de cigarros y bares de mojitos en cada esquina (más populares que el "Cuba Libre").
Particularmente el casco antiguo derrocha evidente y oculto esplendor. Al pasear, a menudo encontramos detrás de las hermosas fachadas de las casas patio, amplios y luminosos patios interiores.
Sin embargo, al salir del casco antiguo turístico, uno se da cuenta rápidamente de que la discrepancia entre el encanto cubano vendible y despreocupado y la verdadera vida cotidiana cubana es enormemente grande.
Un médico gana como empleado del estado solo alrededor de 70 USD al mes, un maestro debe conformarse con la mitad. No es de extrañar, entonces, que cada vez más personas se cambien al sector turístico, donde se puede ganar el salario mensual de un médico en pocos días. Cada hogar recibe mensualmente, dependiendo del tamaño de la familia, una tarjeta con la que puede obtener gratis una cierta cantidad de alimentos básicos como arroz, azúcar o aceite. Sin embargo, con eso apenas se podría pasar la primera semana.
Además, a los cubanos solo se les permite salir del país de manera muy limitada. De hecho, se les prohíbe visitar algunas islas cubanas cercanas debido al riesgo de fuga.
Durante nuestra corta estancia, sin embargo, también nos dimos cuenta de problemas agudos: desde hace varias semanas, la gasolina y el agua potable son particularmente escasos. En algunas estaciones de servicio, los cubanos hacen cola durante horas, incluso hasta la noche, para poder llenar sus tanques. Conocimos a un alemán que cometió el error de alquilar un coche y tuvo que esperar casi diez horas para conseguir gasolina.
Para ahorrar combustible, el gobierno ha prácticamente hecho del autoestop algo obligatorio: quien maneja un auto estatal (la mayoría) y no pregunta en las paradas de autobús si puede llevar a alguien, será sancionado. Por ello, en casi todas las paradas hay policías que coordinan y hacen cumplir estas oportunidades de compartir coche. Además, casi todas las motocicletas y scooters han sido convertidos a motores eléctricos.
Sin embargo, los turistas consumen mucho combustible debido a la falta de transporte público suficiente, viajando en colectivos (taxis compartidos). Y las instalaciones hoteleras compran grandes cantidades de agua potable. Así, aunque el turismo trae mucho dinero al país, también tiene algunas desventajas para la población en general.
Para ambos, Cuba es especialmente fascinante debido a su extraordinario sistema político y su historia. A pesar de todas las dificultades, hemos encontrado a los cubanos como personas muy cálidas, extrovertidas y llenas de vida. "Uno se acostumbra" – y así la mayoría de los cubanos viven su día a día con paciencia y modestia. Nuestros días en La Habana fueron muy interesantes y agradables. Estamos ansiosos por ver qué nos traerán las próximas paradas de nuestro viaje (Valle de Viñales y Trinidad).
¡Saludos y abrazos!
D&J