Publicat: 21.11.2022
20.11.22
Desayuno nuevamente con vista al mar. El clima no parece tan malo.
Hoy vamos de nuevo a la agencia de avistamiento de ballenas y preguntamos si hay una posibilidad de hacer un tour en la mañana.
Nos ponen en la lista de espera y tenemos suerte, conseguimos 2 lugares a las 10:30.
Nos vamos en el catamarán rápido hacia la bahía.
Las bolsas para marearse en los asientos delanteros tienen su razón de ser🤢🤢, algunos pasajeros se marea y yo también me siento bastante mal.
Después de algunas paradas para avistar, vemos nuestra primera ballena.
Una gran ballena de esperma. El barco pasa lentamente junto a ella, así que no hay cacería de ballenas. La ballena nada graciosamente junto a nuestro barco y lanza chorros de vapor al aire. Después de un rato, se sumerge para salir a la superficie una última vez y luego desaparecer completamente. Al hacerlo, muestra su aleta trasera de manera clásica.
Las ballenas aquí pueden sumergirse hasta 60 minutos y hasta 1,000 m de profundidad.
Después, volvemos al puerto.
Hoy vamos más al norte hacia el camping Marfells Beach.
En el camino pasamos algunas colonias de focas.
El lugar de acampada está justo junto al mar turquesa, que también nos recomendó Stephen.
Nos estacionamos con vista al mar y además solo hay algunos otros campistas.
Entre ellos está Catweazle, un neozelandés que vive en una caravana y nos habla de todo... aunque desgraciadamente solo entendemos un cuarto.
Probablemente así como un inglés hablando con un bávaro🫃. Él nos responde, entre otras cosas, a la pregunta de por qué el vino es tan caro aquí. El impuesto sobre el vino se ha aumentado porque todos los neozelandeses se pusieron a beber.
Disfrutamos del sol y la playa y también de nuestra comida con increíbles vistas. No podemos tener suficiente de esto.
Otro lugar fantástico de la Tierra.