Publicat: 13.11.2023
11.11.23
Vista de la mañana
Tampoco está mal, tener una vista así mientras te duchas
Una vez más, comenzamos el día con un delicioso desayuno y, por supuesto, la mejor vista de todas.
Hoy planeamos visitar la Finca de Café El Ocaso.
Reservamos boletos en línea por 40,000 pesos por persona. Podemos llegar en taxi por 60,000 pesos o nuevamente en los jeeps del pueblo. Decidimos optar por la segunda opción y pagamos solo 14,000 pesos por el viaje de ida y vuelta. 😄
Es bueno que hayamos elegido caminar hacia el pueblo, ya que de repente un ave azul y colorida se posa frente a nosotros en un tronco de árbol.
Es un ave amazónica, el Barranquero o Barranquillo coronado. ¡Hermoso!!!
A través de Salento, con una breve parada en la panadería, llegamos a la plaza principal, desde donde salen los jeeps.
Nuevamente vamos por caminos accidentados hacia la Finca de Café El Ocaso.
Nuestro guía se llama Antoni y nos cuenta muchas cosas sobre el café.
La visita incluye que tenemos que recoger café en la plantación, para lo cual cada uno recibe una canasta.
Solo se permiten recoger frutas rojas y nuestra cosecha es bastante escasa.
(No sabía que teníamos que trabajar aquí)
Un recolector de café recibe aproximadamente 25 centavos por un kilo de café y puede recoger alrededor de 70 kg al día. Es un trabajo duro bajo el sol, con mosquitos, etc.
Luego plantamos un grano de café que probablemente dará frutos en 3-4 años.
El proceso de producción del café es, en esencia, el mismo que el del cacao. El café también pasa por un proceso de fermentación y secado.
Al final, se nos sirve café, que para nuestros estándares tiene un sabor bastante ácido. En Colombia solo se bebe café de segunda calidad, ya que el de primera calidad se exporta y es demasiado caro para los colombianos.
Este es el Hombre del Café colombiano, que en realidad no existe. Es una invención como el hombre de Navidad y, además, el hombre de la foto es cubano, como nos cuenta Antoni.
Regresamos a Salento, donde probamos los Berliner (al menos algo similar) en la plaza principal el 11.11.
Caminamos por las calles de Salento, donde hoy hay mucha actividad
y luego regresamos (subiendo, por supuesto) al hotel. Hoy hemos reservado el jacuzzi y masajes como cierre de nuestra maravillosa estancia en el KAWA Mountain Resort.
Por cierto, también hay una pequeña sauna con vista.
Después de tanto bienestar, nos damos un capricho con una deliciosa comida (absolutamente exquisita) y empacamos nuestras mochilas para mañana.