Publicat: 04.02.2022
Puebla, la ciudad mexicana de cuento, dejó una impresión final especialmente hermosa. No obstante, el martes tocaba despedirse, primero de Puebla y luego el miércoles por la mañana, como es habitual, también de México. En la terminal de autobuses de Puebla, nos hicimos una prueba rápida de 'Antigeno' por unos 18 euros ... 40 minutos de espera angustiosa ... luego el resultado: 'Negativo.' No había nada que impidiera nuestra entrada a Guatemala.
Por la noche, hablé con Andy sobre los próximos pasos, al fin y al cabo, seguí su invitación. Andy había vivido en Guatemala hasta los ocho años y tenía un apartamento allí, donde inicialmente planeamos hacer nuestra primera parada.
Nuestra última noche mexicana la pasamos en Ciudad de México con la novia de Andy, Andrea, quien también es de Guatemala. Después de pizza y alitas de pollo, pasamos la noche en un colchón inflable, antes de que sonara el despertador a las 5:30 de la mañana.
En el aeropuerto, esta vez todo salió perfecto, sin colas. Gracias a mi compañero de viaje, pasamos la hora ganada en la sala VIP del aeropuerto. Allí había café de cortesía por la mañana, refrescante ensalada de frutas, además, tenía un pedazo de pizza de la noche anterior y una cerveza de fiesta. Era el 2 de febrero, ¡Día de la Marmota!
¡Muchas gracias por los buenos deseos que me llegaron desde la patria antigua!!!!
Dado que nuestra puerta 30 estaba bastante lejos, una empleada de la sala, muy diligente, ofreció llevarnos en un carrito de golf. Ella disfrutó el paseo evidentemente, nosotros también. Qué diversión, con luces intermitentes, cruzamos el aeropuerto, algo elevados, lo admitimos.
En la puerta una vez más revisión de vacunas. Además, la empleada de la aerolínea recogió nuestras certificaciones de visa ... ¡ese era nuestro desembarque! Nuestro avión despegó diez minutos antes de lo programado.