Publicat: 16.02.2022
Cada país, cada cultura tiene algo propio que la distingue de los demás y que desde fuera puede parecer extraño o incluso curioso y divertido. No soy etnólogo y no escribiré aquí un discurso científico sobre la cultura tailandesa o la naturaleza de la población tailandesa, pero tal vez consiga captar algunas observaciones y anécdotas.
La increíble suavidad, casi sumisa, y siempre sonriente de los tailandeses es bien conocida, aun así quiero mencionarlo aquí porque simplemente no se puede pasar por alto. Es demasiado obvio. Y si esto se manifiesta así en los tailandeses, más aún se aplica a los muchos trabajadores migrantes de Myanmar que trabajan en el sector turístico y que, aunque a menudo hablan poco o casi nada de inglés, realizan casi todos los trabajos de servicio. Cuando se hace un pedido en un restaurante y se piden toallas frescas en el resort, el personal agradece con las manos juntas frente al pecho y una breve inclinación. Conozco este gesto de India como una forma de saludo y signo de respeto y agradecimiento, pero nunca lo había percibido en tal medida como aquí.
Ya que estoy hablando de India, aquí hay otra comparación. El día antes de ayer me mudé de nuevo y después de acomodarme, el arrendador preguntó si todo estaba bien y si necesitaba algo más. Le pregunté si tal vez tenía un ventilador más grande y un enchufe triple con cable, porque realmente no podía hacerme con una sola toma de corriente en la puerta de entrada. Él negó, pero para mi sorpresa, dijo que iría mañana a Thongsala a conseguir las cosas. A la mañana siguiente, a las 7:58, yo todavía dormía en la cama, él estaba frente a mi puerta con los dispositivos solicitados. Me quedé completamente atónito. En India, tendría que haber esperado hasta la próxima semana, si es que hubiera conseguido las cosas. Por supuesto, no puedo juzgar si este comportamiento es representativo y es la norma. Mr. Nice del Nice Sea Resort dijo que los tailandeses son malos para decir que no. Prefieren aceptar y prometer cosas que luego no cumplen o no tenían en mente. Seguiré observando esto.
Como en India, aquí en la playa también hay algunos perros. Todos pertenecen a los resorts cercanos a la playa y todos son muy relajados. Hasta ahora, no he tenido experiencias desagradables o he escuchado sobre ellas. A diferencia de Goa, donde las bandas de perros de los distintos chiringuitos se pelean y uno tiene que temer ser atacado por ellos o por grupos salvajes en la oscuridad.
No hay comerciantes en la playa que intenten venderte algo constantemente.