Publicat: 08.07.2022
...eso fue todo por hoy, porque el indigno Gaijin jamás había tomado tantas fotos y además hizo un gran esfuerzo por refrescar la humedad presente aquí!
Llegar a los Lofoten fue casi imposible para el tipo insoportable y si los últimos 150 kilómetros no hubieran estado totalmente llenos de barro, se habría utilizado aún más espacio en mi Büdlding.
Pero el día fue lo suficientemente largo para mi gusto y la 'noche' fue un desastre completo para los resbaladizos branquíopes, ya que durante todo el tiempo había algo que prefería pitar molesto y alrededor de las cinco también hubo despertador, porque el ferry quería zarpar a las siete.
¡Estreno para Berta y para mí en un barco tan grande!
¿Y qué se puede decir de los Lofoten?
Voy a intentarlo de esta manera:
Querida audiencia, estas son solo imágenes desde la carretera, considerando cuántas joyas de impresiones valiosas aún permanecen escondidas, el Gaijin urgentemente recomienda que vengan aquí y, a su vez, experimenten orgasmos visuales en tal densidad y cantidad, que los breves momentos de olvido ante los comités de investigación son realmente y verdaderamente un pequeño bocado de risa en la arenosa y eternamente extensa Sahara.
Por lo demás, el innecesariamente presente hoy no dice mucho, pues los más caros tesoros de los lectores pueden simplemente disfrutar de estas imágenes, entregarse a sus maravillosas fantasías de viaje y vagar en sueños por el paisaje lofotense durante la noche.
P.d.: Tengo la fantasía de que este texto está libre de errores (oh sí, bella fantasía...)