Publicat: 17.08.2022
¡Un queso firme es el del Peloponeso!
A la extenuante calidez de aquí se añaden precios astronómicos, donde hasta los noruegos se vuelven más pálidos de lo que ya son, esos bailarines de lluvia esquivos a la luz.
¡No se puede conseguir una casa en mal estado por menos de 100 euros!
¡Por la noche, la situación casi te desgarra el bolsillo y te roba hasta el más pequeño de los billetes!
En realidad, el despreciable viajero quería dirigirse al punto más al sur de las tierras continentales griegas, planificando todo con paz, pero no puede permitírselo.
Contra el calor, ya había ideado algo, pues se viaja en cuanto el primer rayo de sol acaricia el espeso vello nasal hasta que el cuentakilómetros marca 14, en ese momento llega el fin del camino, el trasero sudoroso y húmedo se estaciona en una habitación con aire acondicionado para refrescar y los pelos de las axilas pueden ondear como un largo cabello en el aire frío.
Pero no sirve de nada, los presentes quieren quedarse entre ellos y disfrutar de sus berenjenas doradas a la parrilla sin las finas emisiones de gases, mientras sumergen sus traseros bronceados en leche de burra con perlas disueltas, para que su piel vuelva a ser suave y delicada después de un arduo baño de sol.
Así que el indigno gaijin simplemente cruzó la región y enfrió su cadáver salado en Partas, de allí se dirige ahora hacia Albania, ya sea por la costa o de nuevo por las montañas, eso se verá.
A partir de ahora, de todos modos, se dirige hacia el objetivo, los lectores más bellos y brillantes de este mundo deben soportar los tibios vientos cerebrales del despreciable BOSAMO unos días más y luego será el momento de retornar a la alta literatura, ¿verdad, mis adoradas lectores?
Ya no más cosas primitivas que les estiran las neuronas de miedo cada noche.
P.D.: ¿Sus errores los encuentran notables?
Hubo un banco en la Edad Media donde no solo se alineaban las neuronas...