Publicat: 04.07.2019
Cielo gris y lluvia hicieron que levantarnos hoy fuera difícil. Y el radar del tiempo también mintió, la probabilidad de lluvia no era del 10%, estaba en el 100%.
Así que, a ponernos la ropa de lluvia y nos pusimos en marcha hacia Alemania. En realidad, es una ruta hermosísima, pasando por Schleswig, Eckernförde y Plön hacia Lüneburg, pero debido al viento fuerte y la lluvia constante, no fue un placer conducir.
Aproximadamente a 80 km de Lüneburg, la lluvia cesó y la ropa de lluvia desapareció en el maletero. Como última parada de la gira, nos consentimos con el Hotel Bergström en Lüneburg, una verdadera recomendación en pleno centro histórico junto al río. La ciudad vieja también es absolutamente digna de ver.