Publicat: 17.09.2019
Después del desayuno, continuamos hacia el monasterio de roca Mulkirigala Raja Maha Viharaya. Alrededor de 500 escalones que valen la pena. Es un desafío sudoroso con casi 30 grados y una humedad superior al 90 %. Desde el siglo III a.C., los monjes han vivido en cuevas bajo salientes rocosos.
Contentos de haber llegado de nuevo al autobús, continuamos directamente hacia nuestro próximo alojamiento, el Oga Reach Hotel en Tissamaharama, justo a la orilla de un gran embalse con infinitas lotos, cocodrilos y monos ruidosos.
En el camino, probamos frutas locales, frescas del agricultor, fruta de vómito (que se puede comer, pero no es necesario repetir), manzana de madera, coco rey, papaya, maracuyá, anona espinosa, cherimoya, mini plátanos...
Por la noche, visitamos el templo Kataragamaa, un templo hindú, donde pudimos presenciar la ceremonia de ofrenda y también sacrificamos frutas por una larga y saludable vida. Finalmente, un monje nos dio una cinta de la suerte.
Mańana será un temprano despertar, a las seis y media salimos en jeep hacia el parque nacional Yala.