Publicat: 27.02.2018
Después de Tết, me quedaba una semana de vacaciones que, por supuesto, quería utilizar para seguir viajando un poco.
Elegí la famosa región kárstica del noreste de Vietnam. Pero en lugar de ir a la Bahía de Halong, que está saturada de barcos turísticos, prefería ir a un lugar sin mucho turismo y tomé el autobús hacia Cam Pha. Esta ciudad, ubicada al borde de la Bahía de Bai Tu Long, que se dice que presenta las mismas formas geomorfológicas que su conocida y gran hermana, que está declarada como Patrimonio de la Humanidad, me pareció perfecta para mi escapada. Al llegar, me dirigí hacia mi hotel. Para mi sorpresa, las calles estaban desierta. La ciudad, de 195,000 habitantes, tenía el aspecto de una ciudad fantasma. A juego con esta imagen, había una fina llovizna que también determinó el clima al día siguiente.
La señora en la recepción no hablaba inglés, así que nos comunicamos a través del traductor de Google. Mi idea de alquilar un pequeño bote de remos o algo similar para navegar un poco en la bahía, rápidamente se desvaneció. No había alquileres y tampoco había información turística que pudiera ayudarme. Para colmo, el 90 por ciento de las tiendas y restaurantes estaban cerrados.