Publicat: 12.06.2018
El sábado, por la mañana temprano, viajé con gran expectativa en bus a Dublín para recoger a mi hermana en el aeropuerto.
Fue tan hermoso verla después de dos meses y nos abrazamos durante mucho tiempo.
Habíamos estado hablando sobre su vuelo en la sala de llegadas y no tenía idea de a quién más había traído consigo.
De repente, escuché una voz detrás de mí: 'Hey, can I get a beer?' Cuando me volteé, vi a mi tío Markus. Fue la primera vez en mi vida que me quedé sin palabras.
Con la boca abierta, me quedé frente a él, sin saber qué decir.
Antes de que realmente realizara que era él, ya llegó la siguiente sorpresa, la mayor sorpresa.
De repente, vi a mi 'pequeña' prima Sina entrando por la puerta y corriendo hacia nosotros. Había conseguido dos días libres de clase para poder visitarme en Irlanda.
Cuando la vi, las lágrimas de alegría rodaron por mi rostro, ¡la sorpresa había sido todo un éxito!
Fue tan hermoso, la alegría de volver a ver a mi familia, indescriptible.
Nos divertimos mucho, nos reímos y simplemente disfrutamos los cuatro días juntos. Esta mañana volvieron a casa.
La familia es simplemente lo más importante y estoy tan feliz de tener una familia tan maravillosa.
Me apoyan, se alegran por mí y me animan cuando las cosas no van bien. Siempre puedo contar con ellos y eso me da ánimo y fuerza para mi viaje.