Publicat: 20.06.2019
Para nosotros, ayer fue el último día en la costa. Por la mañana, caminamos nuevamente por la playa y, por pura casualidad, descubrimos un hospital para criaturas marinas. Era una cabaña de madera más grande y, desde lejos, parecía más un bar de playa ya cerrado. Dos empleados nos dejaron entrar y nos explicaron un poco sobre los habitantes enfermos que estaban en ese momento en el hospital. De los 10 tanques, 8 estaban ocupados por tortugas. Algunas se veían mal. Una solo tenía 3 patas y a una pequeña tortuga le faltaba un trozo de la pata. Un empleado nos contó que el mayor enemigo de las tortugas son los pescadores. Ellos golpean a las tortugas cuando quedan atrapadas en sus redes. ¡Es triste oír eso! Hm, una tortuga flotaba casi inmóvil en el agua, tenía una cánula en el cuello. Aquí, el empleado nos dijo que le darían comida a través de eso.
En la parte delantera también había algunos pelícanos de pata azul. Los pobres estaban, en su mayoría, con una ala rota. Esa ala se pega y a veces se fija con una pequeña férula.
Tan pronto como todas las lesiones hayan sanado, cada animal será dado de alta.
Realmente fue un lugar increíble y estábamos total y completamente sorprendidos de que nadie nos hubiera informado sobre este hospital. En el hotel habíamos preguntado específicamente qué podíamos ver. Nuestra suposición es que aquí solo cuenta la temporada de avistamiento de ballenas y nada más.
Alrededor de las 15:15 fue hora de despedirse de Puerto López. Tomamos un Tuck Tuck hasta la pequeña terminal de buses y compramos boletos para el autobús de las 16:00 hacia Guayaquil.
Allí llegamos bien y, después de una agradable noche en el hotel, ahora disfrutaremos de nuestras últimas horas en Ecuador - Guayaquil. Nuestro vuelo de regreso es por la noche, así que queremos ver uno o dos lugares más.
En nuestro viaje por Ecuador y hacia Galápagos hemos visto y vivido muchas cosas hermosas. Estoy 'totalmente' impresionado por este país. No esperaba para nada paisajes tan fantásticos, personas amables y esta indescriptible vida animal. Ambos estamos muy impresionados y dejamos Ecuador con una mirada entre llorosa y feliz. ¡LITTLEFOOT, VAMOS A LLEGAR!!!!
¡Enviamos un saludo muy grande a todos desde Ecuador!
Anke y Daniela