Khe Sanh y Long Son

Publicat: 10.12.2019

Hola a todos,
después de pasar la última noche en Hue en un hostal con bar deportivo, partimos temprano por la mañana. Ahora solo quedaba la pregunta '¿A dónde vamos?' :P El siguiente gran destino ya estaba decidido, el Parque Nacional Phong Nha, pero no la ruta. ¿Debemos seguir la costa, que es la ruta un poco más corta, o adentrarnos en las montañas hacia la frontera con Laos? Tras mucha deliberación, decidimos por lo último, ya que ya habíamos recorrido bastante la costa. Las mochilas se empacaron rápidamente (ya tenemos una buena rutina) y pronto nos encontramos montados en la moto. Así comenzamos nuestro viaje hacia el interior del país y pronto inició la subida a lo largo de un desfiladero. Sin problemas, nuestra Camilla manejó las empinadas carreteras, aunque a veces en primera marcha ;) Al llegar arriba, seguimos por una carretera muy transitable sin mucho tráfico a lo largo de un lecho de río. Debido a las represas, el río a menudo se transformaba casi en un lago y los niños que volvían de la escuela nos saludaban desde la orilla (aquí te sientes un poco como una estrella). Hacia la tarde, llegamos a nuestro destino intermedio, Khe Sanh. Para nuestra sorpresa, allí incluso brillaba el sol y disfrutamos los últimos rayos de la tarde con un kebab vietnamita. Hoy descubrimos que en el camino hacia Phang Nha solo hay un hotel. Como la ruta de más de 230 kilómetros en moto podía volverse un poco larga e incómoda, decidimos hacer una parada en Long Son. Primero continuamos subiendo a las montañas, pasando por pequeños pueblos con cabañas de madera y neblina que se acercaba. No encontramos muchos otros vehículos aquí, de vez en cuando alguna moto, un pequeño camión o alguna obra en construcción. En general, solo teníamos que compartir la carretera con los animales ;) Al final del camino, el paisaje selvático se transformó completamente y la carretera serpenteaba a lo largo de un desfiladero hacia un lecho de río de agua azul zafiro. Junto a nosotros se alzaban empinadas rocas de piedra caliza. Aquí en Long Son ya hemos instalado nuestra habitación y disfrutado de un delicioso almuerzo y cena (el almuerzo consistió más en galletas y crackers ;)). Durante nuestro paseo por el pequeño pueblo, volvimos a ser la principal atracción para los niños, quienes nos saludaron con sus dos frases de inglés 'Hello' y 'Whats your name?'. Ahora estamos sentados frente a nuestro hotel, disfrutando de la última luz del día y observando a los niños del pueblo jugar en las calles vacías, mientras dejamos que la noche llegue a su fin de manera tranquila.
Hasta entonces,
Malia

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