Publicat: 07.09.2017
Bienvenidos a la última parte de esta trilogía, damas y caballeros.
Los 9 días pasaron, como era de esperar, demasiado rápido.
Como siempre ocurre con las cosas bellas...
En los últimos días hemos absorbido todo intensamente y nos hemos asegurado, de manera preventiva, de llevar todas estas impresiones de regreso a casa a la antártica Berlín.
Comimos bien, nos lanzamos a las olas tantas veces como pudimos y recorrimos más de 300 kilómetros en scooter.
Si consideras lo pequeña que es la isla, esto es impresionante...
Lo voy a extrañar, eh.
Simplemente acelerar, esquivar a veces unos grupos de gallinas o gatos y absorber el aroma de los pinos.
¿Qué hay mejor... 💖
Excepto por una cadera golpeada, incluyendo un enorme hematoma, porque, en lugar de zambullirme a toda velocidad en el agua, desafortunadamente caí sobre una roca, no puedo ni siquiera informar de lesiones, excepcionalmente. :D
Todo bastante poco espectacular, como ven. :)
A continuación, algunas impresiones de la isla y con esto, por el momento, cierro mi blog de viaje.
(Pero ya saben, no sería yo si no estuviera planeando en secreto nuevas aventuras globales... 😉)
Voy a extrañar el mar.
El murmullo.
El olor.
El color.
Simplemente todo.
En pocas palabras :