Publicat: 09.06.2018
Después de una noche marcada por el viento y la lluvia, nos saludó por la mañana un fotogénico amanecer y un arcoíris. El cielo azul invitaba a desayunar al aire libre. Con tranquilidad comenzamos nuestro día. Con el tiempo se unió a nosotros la conocida de la noche anterior y otra pareja alemana. Así, una comunidad de seis alemanes se reunió cómodamente en medio de Nueva Zelanda. Resultó que los participantes venían de diversas regiones y ciudades: de Berlín, Colonia, Leipzig y Múnich formamos el centro con Fráncfort. Se intercambiaron experiencias y vivencias. Durante esto, descubrimos que nuestra ruta planeada coincidía con la de una de las parejas. Más o menos nos pusimos de acuerdo para la tarde.
Dejamos