Publicat: 15.09.2018
Dormimos mucho, desayunamos bien y disfrutamos de la increíble vista.
Luego visitamos la pequeña playa de Siki y desde allí fuimos directamente a la Playa Melani pasando por Argalasti, la cual tuve la suerte de visitar a menudo cuando era niño.
Allí nos relajamos, nadamos y simplemente disfrutamos.
En el camino de regreso, cenamos en Argalasti.
En casa, con una (o más) copa de Retsina, dejamos que la noche se desarrolle.