Publicat: 09.09.2023
Dos días para recuperar, porque anoche se había perdido un poco de entusiasmo en lo que respecta a escribir. ¡Pero ahora con toda la energía! Ayer teníamos un programa completo planeado. Con el ferry hacia Ornes y allí primero a la cascada Feige (Natascha debe tener su cascada), luego a la iglesia de madera más antigua de Urnes y para cerrar, al Nigardsbreen, parte del glaciar más grande de Noruega. Al coche y en marcha.
Atrás en el pequeño mini ferry, para que después se pueda bajar hacia adelante. Tres o cuatro coches, algunos peatones y ya está lleno. El viaje es corto y a la vez muy impresionante. Quizás se deba a la anticipación del agua que caerá. Al llegar a Ornes, solo manejamos unos pocos kilómetros hasta la cascada y la alegría de Natascha es enorme. El camino hacia arriba es de nuevo una aventura. Aquí también, la red hablaba de un sendero fácil. Poco a poco deberíamos recordar esto sobre las diferentes percepciones de