Publicat: 20.08.2017
Dado que Tallin no estuvo muy favorable con el clima (y los guardianes del orden), decidimos continuar nuestro viaje después de 2 días... Según varias recomendaciones y diversas guías de viaje, una actividad imprescindible en Estonia es el Parque Nacional Lahemaa. Se encuentra a unos 50-70 km al este de Tallin, también en la costa del Mar Báltico. Además de increíbles caminatas por la playa y el bosque, se pueden admirar pequeños y encantadores pueblos pesqueros y simplemente disfrutar de la naturaleza, lo cual fue un verdadero alivio después de los días en Tallin y Helsinki. Nuestro camping en Loksa era operado por una familia, y fuimos recibidos por la súper amable, muy joven hija, que quizás tenía entre 17 y 19 años y nos contó que tenía que hacer la mayoría de las caminatas en el parque nacional con su clase escolar; la recepción durante el día estaba a cargo de la madre y algunas noches de la abuela, y el abuelo se encargaba de la vigilancia nocturna... Realmente nos sentimos muy a gusto. Esto, por supuesto, también se debió a la sauna con estufa de leña, que por 2 euros podíamos usar toda la noche.