Publicat: 22.10.2019
Tres en uno o en un día, eso es posible con nuestros hijos, que siempre se levantan temprano. Primero vamos al Mont Royal y disfrutamos de la vista de la ciudad que despierta. Almorzamos en Chinatown y luego pasamos la tarde paseando por la Ciudad Vieja. Observamos a los artistas pintando y a los acróbatas o bailarines, disfrutamos de un helado y admiramos la exposición de calabazas en el jardín del Château Ramezay.
Por la noche, todos están cansados y esperan un simple pan con mantequilla y pepino en casa.