Publicat: 19.08.2019
29.07 - 03.07
Beach Volleybaaaaaaall, eso es todo lo que tengo que decir sobre Darwin. No es broma, pero casi todo.
Como ciudad en sí, Darwin no tiene mucho que ofrecer, pero después de nuestra aventura en el Outback, aquí se ha sentido como unas vacaciones. Ahora hace mucho calor, incluso por la noche no se enfría realmente, así que se puede usar pantalones cortos y una camiseta en medio de la noche y es agradable. Además, el albergue en el que pasamos las primeras 3 noches tenía una piscina y un bar agradable con precios asequibles, lo que hacía que fuera muy cómodo. Sin embargo, no nos quedamos solo tirados, no penséis eso, amigos. Después de la arena/polvo rojo del Outback, primero tuvimos que limpiar el coche completo y todo el equipo de arriba a abajo. Timo y yo pasamos 2,5 horas en la estación de autolavado. Amy se quedó cómoda en el albergue durante ese tiempo, no muy solidaria, pero estaba bien para nosotros, así nos aseguramos de que todo se hiciera de manera minuciosa y completa. Además, nuestro querido Remy (quien por cierto se merece un agradecimiento especial, ya que ha sido el mejor coche, que nos ha llevado de forma segura a través de todas las locas 4 Wheel Tracks, cruces de ríos y la negra noche de Oz) definitivamente merecía un servicio, y lo recibió. También le pusieron una nueva batería. Bueno, unos 500$ quedaron en el taller, pero como dije, se lo merecía el fiel. Una vez que todo estuvo listo, fue hora de descansar, pasar el día entero en la laguna, jugar al voleibol de playa, pasear por el malecón, hacer un poco de shopping (Timski necesitaba una afeitadora y un traje de baño nuevo) y el jueves explorar los Nightmarkets. Los Nightmarkets fueron muy bonitos, primero todos juntos (David, Amy, Sara (la conocimos aquí), Timo y yo) vimos la puesta de sol en la playa, y luego nos dirigimos a los mercados (justo en el malecón) y nos llenamos el estómago con comida de todo el mundo. ¡Por el cielo! También había varios músicos y otros espectáculos (como lanzamiento de fuego, etc). Muy, muy bonito. Aquí también encontramos a Isi y Denis (a quienes conozco de Melbourne), ya que casualmente estaban en Darwin al mismo tiempo. Además, conocimos a dos franceses, Tiffany y Florence, mientras jugábamos al voleibol de playa, quienes se convirtieron en buenos amigos y además nos revelaron un campamento secreto en medio de Darwin donde pudimos quedarnos gratis. Y hay una persona muy amable (Peter, sí, el Pedeeer ;)), que vive en un remolque en el terreno de una sala de escalada, y se encarga del lugar, permitiendo a los mochileros acampar gratis. Muy útil, además tiene el perro Border Collie más dulce (¿se escribe así la raza?) del mundo, Mythea. Y nos invitó a nosotros y a todos nuestros amigos que no estaban allí (David, Amy, etc.) a una barbacoa. ¡Una tarde muy, muy agradable! De todos modos, nos quedamos allí por 2 noches más antes de recoger a Clement, nuestro nuevo compañero de viaje de Nantes, Francia, y comenzar nuestro último road trip.