Publicat: 19.07.2023
Hola, ahora escribe Elisa. No puedo dejar todo en manos de los 'adultos'. Eso sería mucho para ellos. Especialmente porque hoy es el cumpleaños de Steffi. (hace ya 2 días también)
Bueno, déjame contar un poco. Nos despertamos temprano en la mañana, por supuesto cantamos Happy Birthday y entregamos regalos. Luego nos dirigimos al punto de embarque del ferry. Compramos boletos y nos dirigimos al agua. Después de un poco de espera, ya llegó nuestro ferry. Muuuucha gente también quería subir (y todos lo lograron) y Amy y yo nos sentamos arriba mientras mamá (Cindy) y Steffi (mamá 2, por así decirlo) se sentaron abajo. Larga historia, corta.
Cuando finalmente llegamos a Brest, primero miramos qué había para ver.
Aparte de las cosas emocionantes como paseos en góndola a lugares aún menos emocionantes y visitas a creperías (aunque estaban realmente deliciosas), lo que realmente fue (según los demás) la experiencia más emocionante fue el viaje en el ferry. Si alguien pregunta, no pasó nada, solo fue un viaje en ferry.
Y por supuesto, este ferry solo regresa una vez al día ... Eso significa que estuvimos atrapados en esta ciudad desde las 11 de la mañana hasta las 17:30 ...
Al final, fuimos a una tienda donde Amy compró un increíble libro de Pokémon en francés. (como si pudiera leer algo de eso)
Al final del día, estábamos contentos de estar de vuelta en nuestra autocaravana. Para ser honesta, no hubiera tolerado ni un minuto más en esta ciudad.
Conclusión: Es una pena ir a Brest en un cumpleaños, porque no hay nada y no vale la pena visitarla.