Publicat: 15.01.2024
¡Qué día tan increíble! Después del desayuno, relajarnos, chapotear en la piscina, tomar batidos, descansar en la tumbona de la terraza, leer el uno al otro... eso es vacaciones.
A las 4:30 de la tarde nos subimos siete personas a la plataforma de un transporte que nos lleva a los sand buggys. Sujetos firmemente en el buggy, cruzamos el desierto a toda velocidad. ¡Fue mejor que montar en montañas rusas! Lissi y Scholle han encontrado su nueva profesión: ¡conductores de sand buggy! :D
Después de disfrutar de la hermosa vista, pasamos a hacer sandboarding: ¡qué experiencia! Asma toma la delantera y surfea por la duna en su tabla. ¡La mejor sensación! Después de cinco dunas pequeñas, llega el jefe final: una duna eternamente larga, los guías de abajo apenas se distinguen. Asma es la primera en bajar, para que pueda relajarse abajo :D Con Lissi solo se ve una nube de polvo: no porque sea rápida, sino porque frena con los pies :D Scholle es alcanzado mientras baja y recibe toda la arena en la cara.
Para llegar a tiempo al atardecer, corremos cuesta arriba por la duna - eso fue demasiado para Asma, no es de extrañar con este calor. Afortunadamente, había una enfermera en nuestro grupo que pudo calmar a Asma cuando Lissi y Scholle no sabían qué hacer. Ataque de pánico superado - seguimos a disfrutar del atardecer - ¡qué hermosa vista! Una vez más, tenemos que posar como 'Gringas' para las fotos con los locales. Asma posa con un pequeño trapeador que en realidad debería representar a un perro.
¡Hicimos tantas fotos hermosas que ni siquiera podemos decidir cuáles publicar, jaja!
Con vista a la oasis, saltamos por la duna, de regreso al albergue y nos consentimos con pan de ajo y palitos de queso. ¡El mejor día evaaaa!