El despertador sonó temprano, muy temprano para ser exactos. Pero había una razón para ello, presentíamos el amanecer perfecto desde la cómoda posición de nuestra cama. Primero, un rápido paso por el baño, y en el camino de vuelta al coche ya se hacía evidente que hoy finalmente tendríamos la oportunidad de ver el casi primer amanecer del mundo...
De vuelta en el Odhi, se trataba de esperar y disfrutar, los colores en el cielo cambiaban cada segundo. Con cada nuevo rayo de sol, la vida regresaba a nuestro planeta, los pájaros se calentaban al sol. Este momento era tan increíblemente bello que incluso después del completo amanecer, permanecimos un rato más en la cama, simplemente dejando que el paisaje nos impactara.
Además, para el día de hoy teníamos planificada una caminata, la última había sido hace varios días. Debía ser el Te Mata Peak, así que elegimos una ruta de dificultad media. Nos encontramos con más ovejas que caminantes, lo cual fue muy agradable. Pasamos por cuevas de piedra caliza, enormes árboles y senderos estrechos que nos llevaban a la vista merecida (después de una que otra pausa para descansar y disfrutar).
La vista se extendía por toda Hawke's Bay hasta montañas cubiertas de nieve en el interior del país, miren ustedes mismos...