Foilsithe: 02.12.2018
El castillo en Hiroshima, que fue destruido por la bomba atómica y restaurado por completo, es una atracción turística.
Por supuesto, no podíamos dejarnos eso pasar, especialmente porque las piezas en exhibición incluyen auténticas espadas de samurái! Los distintos equilibrios de poder y cambios territoriales de la era Edo bajo diversos emperadores están descritos con bastante detalle.
Lo que retuve: ser gobernante no era difícil, pero permanecer como tal sí lo es.
Además, hay la posibilidad de probar prendas de la época y hacer selfies!
Me las arreglé tan torpemente que cuatro japonesas (sin pedírselo) de repente me dieron apoyo, me desenredaron y luego me vistieron profesionalmente.
No tuve voz ni voto en ello, solo se me comunicó mediante breves órdenes y un enérgico movimiento de brazos cuándo debía cambiar de posición.
El resultado lo veréis en las imágenes, y al final, toda la grupo de viaje me fotografió.
¡Casi famoso!
O algo así 😉