Publicat: 26.05.2023
El día de hoy estaba dedicado a las grandes dunas de arena en Alamosa/Colorado. Desde Santa Fe normalmente se tarda alrededor de tres horas en coche. Sin embargo, si se combina el día de viaje con el inicio de los Días de los Caídos, esas tres horas pueden fácilmente convertirse en cuatro.
Todo, pero absolutamente todo lo que tenga la capacidad de moverse, está en la carretera ese día. De todos lados, se puede notar la presencia de pequeños vehículos recreativos hasta las enormes máquinas que, además de tener un 'carro de sala', arrastran un sand buggy, dos o tres motocicletas o incluso su propio automóvil. Esto hace que adelantar en la carretera de un solo carril, que conforma nuestro recorrido de más de 170 millas, sea prácticamente imposible, ya que hay 'baches' en los que no se puede prever lo que viene.
Pero en algún momento llegamos a Antonio (antes de Alamosa) y ahí se acabó la diversión y la alegría por las dunas de arena. Nubes negras de grandes proporciones, acompañadas de fuertes vientos y lluvia, se agolpaban sobre nosotros y frente a nosotros. Sabíamos que hoy no podríamos disfrutar de las dunas.
Sin embargo, la vista, siempre que fuera posible, era espectacular hacia las montañas cubiertas de nieve, los ramales de las Montañas Rocosas.
Siguiendo la famosa frase de Heinz Erhardt, aquí declaramos por hoy en relación con las dunas de arena: “Como pueden ver, no ven nada”.
La repetición de la subida a las dunas está ahora programada para mañana por la mañana, ya que se espera que el clima sea mucho mejor. '¡En Dios confiamos!' 😌 ... y nos lo guardamos para mañana.